H Roto cuando hablaba de perderse no era a otro lugar
Distingo tres fases en la trayectoria de H Roto. Todas ellas de gran valor y siempre presentes en mis cascos allá donde vaya. Algunas de sus canciones siguen despertando grandes emociones, en una forma difícil de describir, quizás, inefable.
Su primera etapa la lideran temas como 'Seguir', 'Acelera', 'Me pregunto' o 'Noches sucias'. Aquí apreciamos un estilo directo, con un sonido rap más tradicional, pero sin dejar de lado la estética musical. Sin duda, para mí la canción referencia es 'Seguir'. En ella deja claro su principal mensaje, el de enfrentarse a los problemas y continuar para adelante contra viento y marea. "Le encuentro el encanto a lo cotidiano, ¿si no, qué, un jodido disparo?", "Mi talón de Aquiles en un cuerpo ajeno". Un H Roto más profundo, sentimental y transparente.
Después llegaría su conexión con Adrián Groves. En esta ocasión nos encontramos con una música instrumental muy ligada a la electrónica. Estos ritmos discotequeros acompañan a un estilo lírico más chulesco y descarado. AKA Golden Boy se desata y se mueve como pez en el agua y con un enorme desparpajo. La canción más destacable para mí es 'Quieren'. Con una estética visual oscura, se nos presenta un videoclip que esconde una de sus mejores canciones. "Yo diseñé el laberinto, ¿vas a enseñare a escapar?" H Roto mira desde lo alto al resto.
Desde entonces lo hemos podido escuchar en limitadas ocasiones. Obviando sombras como 'Nadie como tú', H Roto deja atrás las producciones vanguardistas para reinventarse a sí mismo. Primero con una gran colaboración para el disco de Elio Toffana, donde ya se entreveía el nacimiento de una nueva etapa en él. Más tarde con 'Menterao'. Un tema de mensaje sincero y un tanto desolador con el que es imposible no sentir empatía.
Finalmente llegamos al transcurso final de la mano de Inefable, el disco que se publicó en primavera junto a su productor NBR. H Roto logra crear una notable obra, un trabajo que ha conseguido reenganchar a su público de siempre y encandilar a nuevos oyentes. Entre las canciones del álbum hay auténticas maravillas como "Más allá", "Vestido de blanco" "Arte" y, sobre todo, "1000". Un estilo renovado, fresco y que perdurará en el reproductor musical de muchos.
H roto cuando hablaba de perderse no era a otro lugar. Adrián se pierde en sus pensamientos y evoluciona para regalarnos esta nueva obra. Apartado de los focos y de la fama de antaño, el disco es sin duda un tesoro para quienes lo han seguido desde hace años.